Desde Familias por la Educación Integral en el Paraguay (FEIPAR) expresamos nuestro profundo repudio y preocupación ante la reciente absolución de un docente acusado de enviar mensajes de connotación sexual a una niña de 11 años. Esta sentencia refleja cómo la violencia sexual sigue siendo naturalizada y minimizada en nuestro país, especialmente cuando las víctimas son niñas y adolescentes mujeres.Esta decisión judicial no es un hecho aislado: es un PRUEBA de que tenemos un sistema de justicia que permite la violencia contra las niñas y sigue siendo profundamente patriarcal.Los jueces y juezas, como actores fundamentales del mismo, deben reconocer su rol en la reproducción de estas desigualdades y asumir una formación seria y continua en perspectiva de género y derechos humanos. La IMPUNIDAD y falta de sensibilidad frente a este tipo de casos es inaceptable.Para que exista verdadera justicia, es fundamental que los jueces y juezas comprendan la raíz estructural y cultural de las violencias. Sin justicia, las niñas y adolescentes seguirán siendo violentadas y desamparadas por un Estado que elige mirar hacia otro lado. ¡Basta de impunidad!