Desde Familias por la Educación Integral en el Paraguay (FEIPAR) celebramos la continuidad del convenio de apoyo a la educación y el rechazo en el Senado del proyecto de ley «Que deroga la vigencia de la Ley N° 6659/2020 ‘Que aprueba el Convenio de Financiación entre la Unión Europea y la República del Paraguay para el Programa de Apoyo a la Transformación del Sistema Educativo en Paraguay y sus anexos”.
«Consideramos que se ha impuesto la cordura y el raciocinio a través del voto de una mayoría del Senado, ante una iniciativa mediática impulsada en el contexto de campañas electorales necesitadas de eco en la prensa.»
Es un alivio que se haya puesto freno a una iniciativa que afecta el acceso escolar a alimentación, mejoras en infraestructura y útiles, arriesgando con ello el derecho mismo a la Educación.
Como país y como familias que velan por el derecho a la educación de sus integrantes, creemos que debemos asumir como aprendizaje que cualquier debate sobre la Educación en Paraguay y sus mecanismos de sostenimiento y gestión requiere un diálogo blindado de todo interés electoral. Al contrario, necesitamos que toda discusión respecto al tema sea profunda, sin urgencias, racional y centrada en el bienestar y derechos de quienes forman parte de las comunidades educativas.
El proyecto de ley recién rechazado, además de poder ser considerado inconstitucional por pretender derogar un convenio internacional, adolecía de argumentación sólida, y dio pie a discursos intolerantes, fanatizados, discriminadores y negacionistas de derechos, es decir, todo lo contrario a lo que como país y familias necesitamos. Esperamos que el rechazo a la ley de derogación del convenio con la UE sea el comienzo de una nueva forma de abordar la necesaria discusión sobre la educación que necesitamos, y que esté animada por el respeto y la protección a los derechos, la tolerancia, la inclusión, la aceptación de las diferencias y la confrontación racional de ideas. Como Feipar, nos comprometemos a seguir participando de todo debate enmarcado en estos principios.
Finalmente, esperamos que los diputados y diputadas revean su posición inicial, teniendo presente el bien más preciado de nuestras familias: el bienestar de la niñez paraguaya.